Las metodologías activas de integración del movimiento mediante el juego motor han sido reconocidas como potenciadoras de la actividad física, del desarrollo de las funciones ejecutivas y del aprendizaje en Educación Infantil. No obstante, el impacto del uso de estas metodologías sobre las funciones ejecutivas y la actividad física ha sido poco estudiado. El objetivo del presente estudio fue desarrollar y analizar el efecto una metodología activa basada en el juego semidirigido que integre actividad física y contenidos académicos en Educación Infantil, evaluando sus efectos sobre los niveles de actividad física de los niños. Participaron 9 profesores y 134 alumnos de 5 años de la provincia de Málaga. Se diseñó e implementó un programa de integración del movimiento basado en el juego motor. Se organizaron jornadas de 3 horas con actividades de juego semidirigido que cambiaban cada quince minutos, en las cuales se trabajaron contenidos académicos. Para la evaluación de la cantidad e intensidad de actividad física se recurrió a la acelerometría. Durante su participación en el programa, los niños realizaron una media de 45,65 minutos de actividad física moderada-vigorosa. El porcentaje más alto corresponde a la actividad sedentaria y a la actividad moderada-vigorosa respectivamente, lo cual concuerda con otros estudios que afirman que la actividad de los niños pequeños consiste en ráfagas cortas de actividad moderada-vigorosa intercaladas con períodos de menor intensidad. Estos resultados indican que los métodos de integración del movimiento mediante el juego contribuyen a alcanzar los niveles de actividad recomendados por las organizaciones internacionales. Nuestros resultados apoyan el uso del juego semi-dirigido para la construcción de aprendizajes significativos y relevantes, constituyendo una herramienta especialmente útil para la mejora del proceso de enseñanza-aprendizaje en Educación Infantil y para el aumento de la actividad física del alumnado.