Las rúbricas se han convertido en instrumentos de innovación educativa para desarrollar prácticas evaluativas más colaborativas y participativas. No obstante, considerando que las rúbricas se empezaron a utilizar para dar a conocer los criterios de evaluación y los niveles de alcance (Cano, 2015), muchos docentes aún emplean las rúbricas desde un enfoque convencional, donde no se hace explícito y transparente el proceso de evaluación. Además, tampoco son utilizadas para promover el diálogo y la participación del alumnado en la mejora de su aprendizaje (Rodríguez, Ibarra y García, 2013). Este estudio pretende analizar la utilidad e idoneidad del uso de rúbricas para garantizar una evaluación compartida, que potencien el interés y la implicación de estudiantes y docentes.