El cáncer de próstata (CaP) es la neoplasia no cutánea más frecuente en el varón en el mundo occi¬dental y la segunda causa de muerte relacionada con cáncer en los hombres del mundo occidental (1)
El CaP representa aproximadamente el 12% de los casos de cáncer de nuevo diagnóstico en Europa, siendo el más común en hombres de edad avanzada.
Según los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM, tabla 2), la incidencia más alta es para el cáncer de próstata (21,7%), la mortalidad más elevada para el cáncer de pulmón (27,4%), y la prevalencia a 5 años mayor para el cáncer de próstata (31,4%)
El diagnostico de cáncer de próstata se basa, hoy en día, en tres pilares diagnósticos: nivel elevado de PSA, tacto rectal sospechoso y la biopsia transrectal ecodirigida.
Diversos estudios demuestran que el uso combinado de las tres exploraciones mejora la detección del tumor, ya que la utilización aislada de cada uno de ellos, no ofrece suficiente rentabilidad diagnóstica.
En la revisión de bibliografía realizada en Medline se han valorado la mayoría de artículos científicos de los últimos cinco años y revisiones sistemáticas sobre la localización de la biopsia, el número de cilindros, el tipo de antibióticos, la posición del paciente, la vía de abordaje de la próstata (transrectal vs perineal), etc, pero en ninguno de ellos se informa cómo se identifican o recogen los cilindros de las biopsias de próstata, siendo frecuentemente enviadas todas las biopsias del mismo lado (derecho o izquierdo) en un mismo bote o recipiente con formol al 10%.
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