La tendencia que venimos observando en los últimos años dentro de las políticas educativas españolas se sustentan en unos criterios y prácticas cuantitativos y de marcado corte neoliberal, siendo el referente prácticamente exclusivo a la hora de evaluar y determinar la idoneidad y competencias que se habrán de desarrollar en el trabajo universitario. En el presente ensayo se adopta un enfoque crítico que permite cierta reflexión con la intención de abrir perspectivas e ir más allá de esta tendencia, cada vez más monopolizada en la formación de posgrado y doctorado y en el desarrollo profesional de jóvenes docentes e investigadores. El texto procura conectar lo social con lo individual, invitando al diálogo y a desvelar el riesgo que supone orientar la investigación y la carrera profesional dentro de la universidad principalmente hacia la formación de profesionales técnicos y competentes, dejando en un plano marginal y secundario el desarrollo de sus cualidades críticas y reflexivas.