En los últimos tiempos, numerosos estudios han puesto de relieve los enfrentamientos protagonizados en el sur peninsular por dos signifi cativos pueblos: los cristianos y los moriscos; investigaciones que han ahondado en sus antagonismos, interpretado normativas políticas y reconstruido movimientos conspiratorios tendentes a la defensa de diversas particularidades.
Para completar esa visión de conjunto, proponemos centrar la atención en el estamento eclesiástico. En paralelo al poder civil, implementa un programa catequético hacia los moriscos poniendo en valor elementos consustanciales; entre ellos destaca el culto y veneración al sacramento de la Eucaristía, convertido en poderosa y simbólica arma frente al credo y costumbres islámicas. Éstas, pese a los esfuerzos, seguirán latentes.