Los muertos del bando sublevado en la guerra civil fueron protagonistas de la exaltación de la victoria en la guerra a través de la realización de una serie de actos conmemorativos insertos en la promulgación de una memoria colectiva y selectiva, propiciada por el Régimen, prácticamente desde la finalización de la contienda como se demuestra con los cambios de nominación en el callejero local, aparición de cruces en lugares destacados de ciudades y pueblos como Marbella que siguen presentes en la actualidad o la compensación económica a los familiares de los muertos en el “bando nacional”.