El sistema fiscal actual contempla de manera somera ciertos mecanismos que ponen de manifiesto la aplicación de la sociología fiscal, lo que perjudica la posibilidad de incidir en las políticas tributarias para obtener una mayor confianza por parte del contribuyente e incrementar la participación, y por lo tanto, recaudación.
Existen ciertas herramientas de la Responsabilidad Social y del ámbito sociológico, que utilizadas en los asuntos fiscales, avanzarían hacia una optimización de la eficacia y eficiencia de la gestión pública. De aquí la necesidad de implementarlas en los procedimientos administrativos y en las relaciones entre el Sector Público y los obligados tributarios.