El estrés, y en particular el estrés osmótico debido a la concentración salina del agua, es un factor muy relevante para la producción en acuicultura. En los teleósteos marinos cultivados, la exposición a un medio hiperosmótico impone en el animal la necesidad de osmorregular, lo cual implica un gasto energético importante. Este coste energético va en detrimento de la tasa de crecimiento de los peces, y por tanto de la productividad de la explotación acuícola.
En la bahía de Cádiz existe una consolidada actividad de acuicultura, con un importante impacto económico en la región. Por ello, la optimización de la producción piscícola es de vital importancia. Una de los aspectos a considerar es el impacto de las variables ambientales sobre el cultivo, siendo de particular relevancia la temperatura, el fotoperiodo y la salinidad. En la facultad de Ciencias del Mar existe un centro de cría de especies de interés en acuicultura, e instalaciones adecuadas para la experimentación. Así, experimentos llevados a cabo con dorada y lenguado han permitido establecer que la salinidad del agua es un factor crítico para el crecimiento de los peces cultivados. Además, la salinidad óptima para el cultivo resultó ser diferente para cada especie, y por tanto debe ser optimizada de manera individual. Esto demuestra el coste energético que supone la osmorregulación en los peces, lo cual repercute en su crecimiento.