Julián de Luna y de la Peña se convertiría en 1816 en el primer catedrático de economía extremeño al ocupar la plaza de interino en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Madrid. En su Tratado de Economía Política observamos dos posiciones claramente diferenciadas: por un lado, un proyecto asociacionista; y por otro, unos planteamientos reformistas ajustados a las instituciones liberales. En este trabajo nos centramos en el análisis de la segunda parte, donde Luna propone una serie de reformas para paliar tanto a la escasez real de recursos como a la escasez artificial. Por último, realizamos unos breves comentarios a modo de conclusión sobre estos parches encaminados a cubrir las necesidades más urgentes de la sociedad.