La presente reflexión propone una lectura crítica sobre la influencia de los discursos, políticas y reglamentaciones de la calidad de la educación en la escuela, los cuales consideran a la educación un bien esencialmente privado y cuyo valor es ante todo económico. En primer lugar, se narra la experiencia de un maestro de una institución educativa privada con los discursos de la calidad de la educación, en segundo lugar, se problematizan los “antilatidos de la calidad”, entendiendo por estos aquellos efectos de los discursos de la calidad en la educación que actúan en detrimento del proceso enseñanza-aprendizaje. Finalmente, se plantean los “latidos sentipensantes de un maestro y la pedagogía social”, refiriéndose a aquellos elementos pedagógicos para pensar otras posibles formas de resistencia en defensa de una escuela que recupere la educación como valor social. Así pues, los latidos en la presente reflexión es un llamado para que las maestras y los maestros conformemos espacios de criticidad para reflexionar, cuestionar y transformar con nuestras manos y acciones, desde el pensamiento y el corazón, la visión reduccionista, eficientista y mercantilista de la educación que se nos ha querido imponer desde el sistema capitalista neoliberal.