En los últimos años la tendencia a visibilizar la historia de las mujeres en un hecho que paso a paso se abre camino, desde perspectivas que comprenden lo social y lo político como son las ciencias sociales. Además el arte contribuye con la necesidad de que estas investigaciones lleguen a las aulas. Aún quedan muchos temas por rastrear con dataciones científicas que consoliden y afiancen los distintos procesos sociales por los que heredamos conocimientos, identidades y roles atribuidos socialmente a la mujer. En concreto, este estudio se basa en la llamada “caza de brujas” sucedida en época medieval y continuada durante el Renacimiento científico, de las artes y las humanidades, en adelante, por toda Europa, extendiéndose hacia otros continentes
A través de un exhaustivo trabajo Silvia Federici (2010) presenta dataciones y reflexiones sobre un sistema de exterminio focalizado en este grupo, el cual fue y es parte igual de la sociedad humana. Con cierta coquetería y orgullo las componentes del movimiento feminista se jactan en numerosas ocasiones de autonominarse bruja, fundamento basado en una legendaria incomprensión y aislamiento sufrido por el grupo mujer. El cual sigue sin estar visible y se oculta, al no aparecer en los libros de estudios de primaria, secundaria o bachillerato españoles