La iluminación de actores y la fotografía en el cine se clasifican dentro de las técnicas del guión. Paralelamente aceptamos que es importante al materializar visualmente los elementos narrativos, enmarcando, reforzando, y subrayando visualmente el guión, materializando las imágenes mentales de la literatura. Sin embargo, son raros a nivel académico los analisis que se han realizado de los aspectos técnico/plásticos desarrollados en la fotografía mediante la iluminación, y sobre todo cómo intervienen en la creación de las emociones.
Nuestro objetivo es definir cuales son los elementos que han hecho de la confluencia técnico/plástica de la iluminación, dispositivos comunicacionales que estructuran las emociones en la comunicación audiovisual. Para ello indagaremos a partir de Casablanca, una de las películas considerada por la crítica cinematográfica una de las más importantes del siglo XX, cuya dirección de fotografía estuvo a cargo de Arthur Edeson. Podemos considerar a Casablanca como una obra clásica en el sentido en que en ella confluyen los elementos del discurso visual, impregnado del cine de la década de 1940, y que ha sido el canon estético que tanto influyó posteriormente al cine de los años posteriores.
La metodología empleada analiza de forma cuantitativa el estudio del número de planos, la duración media de ellos, los movimientos de cámara habituales, los planos empleados, etc., y que sirven para contextualizar los aspectos fílmicos de la luz y la fotografía, que son tratados posteriormente de forma cualitativa.
Podemos afirmar que Casablanca es una película clásica en cuanto a la articulación del discurso visual y el uso de la iluminación, que posteriomente ha inspirado toda una línea de trabajo posterior condicionada por una estética determinada, frente al nuevo lenguaje cinematográfico encarnado en Estados Unidos por directores de cine como Orson Welles y John Huston entre otros.