En los últimos años, los teléfonos móviles se han convertido en un elemento fundamental de nuestra cotidianidad. Estos dispositivos en constante desarrollo facilitan la ejecución de multitud de acciones de nuestro día a día, las cuales hace un par de décadas requerían una mayor complejidad y tiempo de ejecución. En el caso de los más pequeños, conviven con ellos desde su nacimiento, integrándolos en su realidad más cercana y convirtiéndose en consumidores indirectos, hecho que requiere una atención ante los posibles cambios que puedan surgir en su desarrollo social y cognitivo, principalmente en las primeras etapas. Partiendo de esta cuestión, nos planteamos llevar a cabo un análisis para conocer el vínculo existente entre familias con menores en la etapa de Educación Infantil y esta tecnología. Empleando una metodología cuantitativa y el uso de una encuesta digital destinada a los responsables legales, nuestras variables de investigación arrojan información sobre control, restricciones y empleo, además de conocer si estos adultos disponen de formación tecnológica o estarían interesados en adquirirla. Los resultados nos desvelan la carencia y medidas de limitación de uso salvo para la corrección de conductas, acompañado de poca formación en el tema y escasa predisposición para adquirir nuevos conocimientos.