En los últimos años, el suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte violenta (no natural) en España, superando a los accidentes de tráfico, pero ha sido silenciado por los medios por el temor al efecto imitación que podría producir sobre la audiencia. Sin embargo, una de las pocas excepciones a la praxis periodística de no publicar suicidios se produce cuando el fallecido es un adolescente víctima de acoso escolar. Los estudios en el ámbito de la psicología han derivado en dos corrientes contrapuestas. Para la primera, que considera que sí existe un efecto contagio en las noticias sobre autolisis, se acuñó el término ‘efecto Werther’ (Herrera Ramírez, Ures Villar y Martínez Jambrina, 2015). La segunda, que apuesta por el carácter preventivo que pueden tener estas informaciones, se auspició bajo el nombre de ‘efecto Papageno’ (Herrera et al, 2015). El debate sigue vigente en la actualidad, como demuestra la polémica generada por la serie de Netflix, Por trece razones, que aborda el bullying y el suicidio adolescente (Karter, 2018)