La investigación aborda el grado de especialización del tratamiento informativo del acoso escolar y, concretamente, de los casos más graves, en los que el bullying desemboca en el suicidio de la víctima. Cuando esto ocurre, los medios abandonan el tabú que aplican a la autolisis (por su posible efecto imitación, conocido en la psicología como efecto Werther) y difunden estos casos con todo detalle. Uno de los objetivos de la investigación ha sido comprobar el nivel de especialización en la elaboración de los textos y el área desde la que este tipo de hechos se abordan. Los datos muestran que las situaciones de acoso se tratan inicialmente como un problema relacionado con la educación, pero cuando el caso termina en suicidio o en lesiones graves, suelen ser los periodistas de sucesos o tribunales quienes se ocupan de ellos.