El siguiente proyecto consta de una serie de 64 dibujos en
distintos formatos y técnicas, en los que experimento con cambios
muy sutiles hasta llegar a la resolución final. Está realizado a través
de una acumulación de líneas y tiempo donde se muestra un lenguaje del silencio, minuciosidad y paciencia acompañado de una
introspección donde el cuerpo y la mente se juntan para crear cada dibujo.
El resultado consta de un paisaje de pensamiento donde el espectador puede perderse, cada trazo es una marca en el tiempo, un pensamiento preciso donde la mente se encuentra en un estado determinado en un tiempo concreto.
Las piezas forman, a través de la acumulación de líneas, una mása sutil configurada de ruido donde cada línea posee su valor,
precisión y tono, creando un conjunto de ruido donde el vacío y el silencio se encuentran presentes.