La Diabetes Mellitus tipo 1 (DM1) es la segunda enfermedad crónica y el trastorno
endocrino-metabólico más frecuente en la infancia. En España se estima una prevalencia
de DM1 de 1,1-1,4/1.000 en la población general por debajo de los 15 años y a su vez
éstos representan el 5-10% de la población con diabetes. Sin embargo, en Andalucía ésta
es mayor, con una prevalencia mínima de 1,7/1.000 personas.
Desde la publicación en 1993 del “Diabetes Control and Complications Trial (DCCT)”
se evidenció la importancia de mantener un buen control metabólico, expresado
principalmente como una menor hemoglobina glicosilada (HbA1c), para así evitar
complicaciones crónicas, mejorar la calidad de vida en pacientes jóvenes, y disminuir los
costes directos de la enfermedad.
La DM1 se asocia a una importante carga económica tanto por su prevalencia como por
el importante consumo de recursos asociado al manejo de la patología (alternativas de
dispositivos para el tratamiento, visitas de seguimiento a diferentes profesionales
sanitarios…) y a las complicaciones a corto y largo plazo que puedan presentar estos
pacientes.