Este trabajo de investigación propone una interpretación de la obra de Friedrich Nietzsche que busca, tanto en forma como en contenido, erosionar determinadas divisiones dicotómicas del pensamiento filosófico tradicional que juzgamos aún vigentes.
La tesis que se defiende, que orienta el texto y determina su forma es que, consecuentemente con sus ideas filosóficas, para Nietzsche el estilo de la escritura es indisociable de las ideas a las que da forma. El estilo es ya la idea y la fisiología que se pone en juego. Si partimos de esta hipótesis, una filosofía afectada por Nietzsche debe asumir riesgos estilísticos. Por rigor en la investigación sobre las ideas nietzscheanas, la tarea artística resulta ineludible como lo fue para él mismo. Esto resulta fundamental si diagnosticamos que la variedad estilística de la obra de Nietzsche no es un aspecto superficial prescindible sino una cuestión de fondo en su filosofía. Esta tesis, por tanto, toma el riesgo de participar del pensamiento nietzscheano de forma teórico-práctica. Por ello, junto a al texto se adjunta una obra artística que se ha realizado en paralelo inspirada en Así habló Zaratustra.
Durante la tesis se exploran ampliaciones interpretativas de metáforas nietzscheanas como la voluntad de poder, la fiesta o la embriaguez, se ofrecen lecturas diferentes en la relación entre arte, cuerpo, soledad y enfermedad en Nietzsche. También se intenta remover interpretaciones que consideramos insuficientemente analizadas sobre la relación entre el pensamiento nietzscheano y la ciencia desde un trabajo en dos lenguajes sin apostar exclusivamente por uno de ellos.