El 23 de noviembre del año 2020 un episodio más de violencia de género acontecía en las calles de Málaga. Un alto número de personas, sin intervención de ningún tipo, y hasta grabando con el teléfono móvil, presenciaban una agresión verbal de extrema violencia contra una mujer. Finalizada esta, y ya con la víctima ausente, la policía encontraba al maltratador, probablemente tras la llamada de un testigo concreto. El objeto de la presente investigación se centra en el estudio de caso de la fuente primaria documental aportada por la Dirección General de la Policía llamada Medidas de Autoprotección, y de las más de 24 horas transcurridas desde la situación presuntamente delictiva hasta la liberación sin cargos del maltratador, analizando el cúmulo de despropósitos acontecidos por parte de quienes intervienen en una dinámica que en nada benefició a la víctima, a la cual, a través del citado escrito, se invita a escapar de todo lo que podría llegar a suceder, que no está escrito, pero que corroboraremos con datos. En lo que podríamos considerar una auténtica pedagogía del miedo, se invita a las víctimas, literalmente, a cambiar las rutinas, tomar precauciones, protegerse, e incluso directamente a efectuar distintas acciones durante la agresión, y a otras cuando se ha producido. El análisis didáctico de lo que está aconteciendo, desde el año 2017, en base al dato así redactado en lo entregado en 2020, genera unas conclusiones que en modo alguno benefician a las víctimas de la violencia de género.