En este trabajo hemos plasmado la vida de Francisca Antonia Fernández de Merodio, una mujer de la alta sociedad del siglo XVII, esposa de un banquero y embajador, cuyo papel en su matrimonio se circunscribirá a ser madre y anfitriona doméstica para facilitar los intereses financieros y diplomáticos de su marido. La riqueza y opulencia desplegada en su mundo cotidiano contrastará con su religiosidad, a la que se asirá con mayor ímpetu cuando fallezcan prematuramente sus hijos en la más tierna infancia y cuando el único que sobreviva ingrese en la Compañía de Jesús, lo que marcará también su actitud ante la muerte.