Introducción: El estudio de la agresividad juega un papel muy importante tanto en la psicología como en la salud pública en general, debido a las potenciales consecuencias que pueden producirse en víctimas y en agresores. El Modelo General de Agresión (GAM) proporciona un marco conceptual para comprender la aparición del comportamiento agresivo como resultado de tres etapas: 1) factores personales y situacionales; 2) estados internos; y 3) evaluación de la situación que determinará si se produce la conducta agresiva o no. El objetivo principal de esta investigación fue estudiar los factores personales, situados en la primera etapa del GAM, que están más fuertemente asociados con el comportamiento agresivo.
Método: Para llevar a cabo este estudio un total de doscientos treinta y nueve jóvenes adultos fueron evaluados en niveles de agresividad y en un conjunto de variables que en la literatura anterior han demostrado ser las más relevantes con relación al comportamiento agresivo.
Resultados: Los resultados revelaron que los niveles de agresión se asociaron principalmente (56.9% de varianza explicada) con los siguientes factores protectores: la capacidad de manejar las emociones como un componente de la inteligencia emocional y la toma de perspectiva como un componente de empatía, y con los siguientes factores de riesgo: niveles de afecto negativo, urgencia negativa como componente de la impulsividad y sensibilidad a la recompensa.
Discusión: Estos hallazgos proporcionan una mejor comprensión de los mecanismos subyacentes del comportamiento agresivo y un mayor valor empírico a los modelos teóricos actuales. Además, esta investigación puede ayudar a mejorar la precisión en el diseño de programas destinados a la prevención y tratamiento del comportamiento agresivo.
Palabras clave: Agresividad; Inteligencia Emocional; Factores protectores; Factores de riesgo, Empatía