Este estudio muestra cómo evaluar la efectividad de un programa dirigido a alumnado de educación obligatoria. El tema del programa se centró en los efectos del cambio climático en relación al modelo de consumo y la generación de residuos. Se planteó una metodología mixta de investigación. Los análisis multivariantes relacionaron los niveles educativos de los estudiantes con los aprendizajes adquiridos en el programa. Así, por ejemplo, los resultados muestran cómo los escolares están convencidos de que adoptar unos mínimos hábitos proambientales (apagar luces y desenchufar aparatos electrónicos, elegir el transporte público para desplazarse o usar energía solar y eólica para producir electricidad), puede ayudar a mitigar el cambio climático. Las conclusiones de este trabajo muestran las dificultades y desafíos de una educación para el consumo responsable, poniendo en valor el desarrollo de programas de educación ambiental para mitigar los efectos del cambio climático