El lenguaje inclusivo es un tema de gran actualidad que es motivo de debate en los medios de comunicación y en las redes sociales. Desde los años ochenta en que las políticas de igualdad impulsan la utilización de un lenguaje no sexista en la documentación administrativa y empiezan a surgir guías y manuales para el uso igualitario del lenguaje, el tema va cobrando protagonismo, generando un debate muy polarizado entre quienes defienden que el uso tradicional del lenguaje no hace visibles a las mujeres (ni a otros colectivos que tampoco se sienten representados) y quienes defienden que el uso normativo y tradicional de la lengua española no discrimina a nadie. En cualquier caso, en las últimas décadas hemos asistido al nacimiento de neologismos y de nuevas feminizaciones y masculinizaciones de los términos, al aumento de la frecuencia de uso de las formas desdobladas, a la creación de nuevos morfemas inclusivos (@, x, -e). El tema es complejo y el alumnado universitario muestra un gran interés por él, lo que hemos advertido a través de dos proyectos de innovación educativa que han permitido introducir el tema del lenguaje inclusivo en el currículum de diversas asignaturas y llevar a cabo una serie de prácticas docentes. El resultado es el aumento de la demanda por investigar sobre este debate, lo que ha fructificado en la realización de una serie de Trabajos de Fin de Grado y de Trabajos de Fin de Máster, cuyos principales resultados abordaremos en la ponencia.