Las recientes reformas penales tendentes a potenciar la finalidad inocuizadora de la pena de prisión, se alejan del ideal resocializador que impregna al artículo 25.2 de la Constitución Española. Sin embargo, esta situación poco idílica, favorece que el interés criminológico se centre en otros aspectos importantes de la pena de prisión como la percepción de los internos sobre el clima social, la legitimidad o la calidad de vida penitenciaria.
Aumentar el conocimiento sobre estas cuestiones brindará una información muy útil para conseguir que las prisiones sean lugares cada vez más sanos, justos y humanos donde las estrategias de tratamiento y resocialización se desarrollen con éxito y resulten eficaces.
La presente tesis doctoral busca cubrir algunas lagunas de conocimiento existentes en la literatura criminológica española sobre la calidad de vida penitenciaria. Por un lado, pretende valorar cómo varía la calidad de vida entre diferentes centros penitenciarios en función de su índice de ocupación y la antigüedad de la prisión y, por otro lado, se pretende indagar sobre que variables influyen en la percepción de calidad de vida que tienen diferentes grupos de población penitenciaria (mujeres, extranjeros e internos en confinamiento en solitario).
Para ello, se han visitados 13 prisiones y han participado más de 1200 internos a través de sus respuestas al cuestionario sobre calidad de vida en prisión MQPL.
Los resultados muestran cómo la calidad de vida varía según los centros penitenciarios y cómo ésta se relaciona con la ocupación y la antigüedad de la prisión. Se muestra, además, una panorámica sobre el desempeño moral de la institución penitenciaria y la importancia que en su seno tienen las interacciones entre internos y funcionarios de vigilancia.
La tesis concluye con algunas recomendaciones para intentar mejorar el desempeño moral del sistema penitenciario español y con la propuesta de futuras investigaciones.