El objetivo de esta tesis doctoral fue analizar las relaciones entre la práctica de actividad física regular y el nivel de condición física con el funcionamiento cognitivo y psicosocial, en preadolescentes y adolescentes. Se pretendió determinar la existencia de diferencias significativas en las puntuaciones de las pruebas de funcionamiento cognitivo y psicosocial entre grupos en función de la práctica física realizada, analizar las correlaciones existentes entre el nivel de condición física y las medidas de funcionamiento cognitivo y psicosocial, y proponer modelos predictivos entre las variables.
Para analizar el funcionamiento cognitivo se utilizó el Test de atención D2, las pruebas de interferencia y senderos de la batería de Evaluación Neuropsicológica de las Funciones Ejecutivas en Niños (ENFEN), y las pruebas de búsqueda de símbolos y claves de la Escala de Inteligencia para niños WISC-IV. Para evaluar el funcionamiento psicosocial se empleó el Cuestionario Autoconcepto Forma 5 (AF5), la Escala de autoeficacia para niños (EAN), la Escala de Autoeficacia General (EAG), y el Cuestionario de Salud General en su versión de 28 ítems (GHQ-28).La condición física se evaluó con el test de velocidad 5x10, el test de salto horizontal, y la prueba Course Navette, de la batería de pruebas Eurofit.
Esta investigación está formada por tres estudios, con una muestra total de 526 personas (286 varones y 240 mujeres) de entre 10 y 15 años de la provincia de Málaga.
Los resultados mostraron que los participantes que practicaban más horas de actividad física y tenían un mayor nivel de condición física obtuvieron mejores puntuaciones en las pruebas de atención selectiva, concentración y velocidad de procesamiento, así como en algunas dimensiones de autoconcepto, y tienen mejor percepción de autoeficacia general y salud. Los resultados sugieren una relación positiva entre el ejercicio físico y la condición física con el funcionamiento cognitivo y psicosocial.