Un tetra-brik, un machete y una carretera, es un proyecto instalativo que nace en base a la experimentación del concepto de campo de juego para finalmente abordar, mediante la representación y reinterpretación, las poéticas y problemáticas relacionadas con el mundo del fútbol callejero y su aplicación en la sociedad. Dichas poéticas abarcan aspectos conflictivos de barrios de Latinoamérica, cuestiones conductuales surgidos en la infancia, o plasmar la influencia que tiene ésta práctica para modificar el espacio público.
Los materiales y su lenguaje desempeñan un factor esencial en la investigación teórico-plástica que se potencia por la memoria colectiva y recuerdos de la infancia.
El proyecto propone establecer puntos en común entre las vivencias lúdico-callejeras y las prácticas artísticas contemporáneas, generando sinergias entre ambos polos que se resuelve como una apropiación de los materiales callejeros descontextualizados a modo de instalación interdisciplinar.