A partir de los años 70 del pasado siglo hemos asistido, tanto en los estudios literarios como en las investigaciones educativas, no solo a un “giro narrativo” (McEwan y Egan, 1995) sino a un “giro autobiográfico” que aparece como una consecuencia más de la importante herencia romántica que ha gestado el panorama literario contemporáneo (desde el Bildungsroman hasta la autoficción). Así, este artículo pretende hacer un recorrido por las intersecciones y los cruces de los problemas que surgen cuando se aborda el tema desde una zona de borde interdisciplinar entre la Literatura y la Educación.