A lo largo del otoño-invierno de 1970-71, el autor pasó seis meses encerrado en un castillo medieval de la Alta Saboya, dedicado a expresar sus inquietudes juveniles post-Mayo'68, mediante varios medios artísticos (poesía, dibujo, fotografía) y experimentando diversas técnicas formales.
Estos materiales permanecieron guardados durante más de cincuenta años,