El virus del Nilo Occidental es un patógeno que se transmite entre las aves por medio de mosquitos. Mientras que las aves son los reservorios de este virus, humanos y caballos pueden sufrir desde cuadros febriles hasta una enfermedad neuroinvasiva. En 2020 se produjo el mayor brote acontecido hasta la fecha en España, en el que se dieron 77 casos y 7 muertes. A partir de los casos detectados en el año 2020, en humanos y caballos, se han elaborado modelos de distribución para determinar qué condicionantes ambientales influyeron en la aparición de brotes. Ponemos de manifiesto la importancia de los caballos como centinelas, puesto que estos han permitido predecir los casos en humanos. Al mismo tiempo se ha detectado que los patrones espaciales de las zonas favorables para presentar casos se corresponden con las principales cuencas hidrográficas del país, lo que pone de manifiesto la importancia de gestionar la enfermedad a nivel de cuencas.