Tras la puesta en marcha de una primera versión de un laboratorio remoto de Electrónica Digital, surgen nuevas necesidades y mejoras, sobre todo en términos de escalabilidad y de nuevos periféricos. En este trabajo se presenta una migración, del conjunto del laboratorio remoto, a una Raspberry Pi 4. Las características de este miniordenador hacen que pueda actuar como servidor de aplicación, además de realizar la monitorización y la emulación de los periféricos de la placa de desarrollo donde se verifican los diseños.