El andalucismo cultural de finales del XIX y comienzos del XX consigue articularse como alternativa política en el espectro ideológico de Andalucía con el liderazgo de Blas Infante y, fundamentalmente, tras la publicación de su obra Ideal Andaluz en 1915. Entre las tesis programáticas enunciadas en este y sucesivos libros, se encuentran numerosas propuestas sobre enseñanza. Es tal la relevancia que se otorga a la educación que este mismo autor publica, en 1921, una obra titulada La Dictadura Pedagógica.