En los últimos años la investigación ha puesto el acento en el teatro del último tercio del siglo xvi, subrayando su originalidad e interés. Se trata de un periodo de experimentación dramática en que los dramaturgos buscaban una fórmula teatral que conectara con el público, algo que acabará consiguiendo Lope de Vega.
Uno de esos autores es el sevillano Juan de la Cueva, cuyas obras teatrales se publicaron en 1583. Aunque denominadas tragedias o comedias según el desenlace, si atendemos a criterios funcionales como los propuestos por Marc Vitse o Joan Oleza, la única pieza que podría considerarse cómica es El tutor, que tiene puntos en común con la futura comedia urbana del Barroco.
La comunicación abordará la configuración del espacio de esta obra siguiendo los presupuestos de Javier Rubiera. Se estudiará cómo la escena se semantiza en función de la acción dramática (distribución de personajes sobre el escenario, oposición de izquierda/derecha y arriba/abajo…) y cómo el espacio se segmenta en subescenas mediante el juego teatral de los actores, especialmente gracias a los apartes (lo que Rubiera denomina espacio lúdico). El objetivo es dilucidar cómo estos mecanismos se ponen al servicio de la comicidad. Además, se compararán con su diferente empleo y menor frecuencia de uso en el resto de las obras cuevinas, más en la esfera del universo de la tragedia o el drama. En este sentido, se insistirá especialmente en El viejo enamorado, cuya traza es similar a la de El tutor pero desde una perspectiva trágica.