Las políticas urbanísticas aplicadas hasta la fecha en los centros urbanos no han sido capaces de evitar la terciarización radical de muchos tejidos centrales, favoreciendo incluso la desaparición de los usos residenciales en favor de usos más lucrativos y su tematización.
Existen estudios sobre procesos de turistificación en centros históricos desde un punto de vista analítico a través de indicadores cuantitativos. Más allá de estos diagnósticos, y con el objeto de contribuir a la creación de ciudades más sostenibles y cómodas para los residentes en los cascos antiguos, se persigue el desarrollo de estrategias dirigidas a un equilibrio de las actividades residenciales y económicas. Desde el ámbito técnico, el método utilizado se basa en las últimas recomendaciones de la UNESCO en materia de Paisaje Histórico Urbano (HUL), especialmente en lo relacionado con “Community engagement tools” (CET) que busca la participación y el consenso de todos los agentes implicados en la conservación del centro histórico, además de proteger la integridad, autenticidad y diversidad del patrimonio urbano, entendida también como la actividad residencial de los ciudadanos que la habitan. El método utilizado es similar al de la planificación urbana: (1) Análisis empírico tomando como caso de estudio Málaga, (2) Diagnóstico y desarrollo de indicadores tanto en el espacio público como en el edificado, y (3) Desarrollo de estrategias.
La aportación del proyecto persigue la definición de estrategias que faciliten la compatibilidad de usos residencial y turístico en el espacio público, con el fin de garantizar la habitabilidad y la vida de barrio del casco antiguo. Para ello los resultados sugieren la organización de los cascos históricos en barrios protegidos y ejes de dinamización turística.