Desde que el mundo es digital, la gestión de la información ha cambiado de forma radical. La
información escasa y filtrada que caracterizaba a la sociedad analógica ha sido sustituida por
avalanchas de información que ni siquiera somos capaces de digerir. Y, sin embargo, para
hacer nuestro trabajo tenemos que aprender a lidiar con la sobreinformación.
Una de las formas de hacerlo es conocer herramientas y metodologías que nos permitan
guardar, ordenar, clasificar, filtrar, de manera que cada proyecto de traducción sea como un
proyecto de investigación en el que siempre podamos saber por qué traducimos cómo
traducimos.
Veremos también algunas herramientas para conservar información a largo plazo, compartirla
y utilizarla para reforzar nuestra especialización, nuestro perfil o nuestra posición en el
mercado.