El video tiene una tradición en educación como recurso y tecnología que promueven metodologías
más activas en el aula, mostrando su buena práctica y funcionalidad en muchas áreas y contextos
educativos. El tema que nos ocupa en este trabajo: el uso de vídeo digitales para promover
metodologías más activas en la formación inicial de docentes, se sustenta desde una amplia
literatura académica (Nielsen, 2015; Luna, & Sherin, 2017; Barth-Cohen, 2018), y se enmarca dentro
del auge de soluciones tecnológicas existentes actualmente sobre la tecnología de vídeo digitales,
donde estas herramientas están permitiendo el desarrollo de nuevas metodologías más activas,
interactivas y dinámicas en clase (Cebrián-de-la-Serna et al., 2021), al tiempo que otro tipo de
enfoque más reciente, como por ejemplo, la creación de comunidades de profesionales docentes
para el intercambio de buenas prácticas (Domene-Martos et al., 2022), el reciente auge de las
videoconferencias por la situación de la pandemia y la reutilización de sus grabaciones como
recursos didácticos, los webinar especializados que reclaman una reorganización en los repositorios
institucionales, etc., y la importante cantidad de contenidos en todas las plataformas y Recursos
Educativos en Abiertos que utilizan el formato de video. Es un hecho que ha aumentado el número
de usuarios, las soluciones tecnológicas para editar y analizar los contenidos de videos en un inicio
aparente de similar funcionalidad; por lo que, el usuario necesita a la hora de diseñar sus actividades
de aula y los diferentes proyectos educativos, disponer de criterios para seleccionar herramientas de
video digitales.