El buitre negro es una especie cuya biología reproductiva es bien conocida a lo largo de la mayor parte de su distribución. Asimismo, sus movimientos en Europa son también objeto de seguimiento. En cambio, su biología al sur del Mediterráneo es prácticamente ignorada, probablemente debido a la creencia general de que la presencia de esta especie en el norte de África es accidental y debida a movimientos dispersivos juveniles.
Sin embargo, la información dispersa procedente del gran número de observadores de aves en el Estrecho de Gibraltar en los pasos migratorios otoñal y primaveral sugiere que el movimiento de buitres negros entre Europa y África sigue un patrón regular que no coincide con la aleatoriedad característica de una dispersión pero que sí es compatible con un movimiento migratorio.
Además, la distribución geográfica y temporal de las observaciones de buitre negro recopiladas en África, así como los trayectos obtenidos de dispositivos GPS, señalan al Sahel como destinación final de esos movimientos. Esa misma información sugiere que el Magreb sería sólo una zona de tránsito para esta especie entre sus zonas de cría europeas y su destinación invernal en África tropical, de la misma forma en que ocurre con otras especies de buitres como el leonado y el alimoche.