En la última actualización que realizó el Observatorio de Barrios Vulnerables del Ministerio de Movilidad, Transportes y Agenda Urbana del Gobierno de España para el año 2011, el municipio de Torremolinos acumulaba al menos cuatro áreas vulnerables, una más de las que ya fueron diagnosticadas en el año 2001. Estos barrios presentan además unos valores de vulnerabilidad residencial especialmente elevados para un parque inmobiliario relativamente joven que, sin embargo, reúne unas condiciones de habitabilidad proporcionalmente bajas respecto a su valor medio en España. Entender qué dinámicas inmobiliarias han podido ayudar a incrementar su vulnerabilidad residencial constituye el objetivo principal de la investigación. Para ello identificamos los indicadores y las variables básicas de la vulnerabilidad residencial, cuyos valores facilitan su posterior reconocimiento espacial a partir de los datos estadísticos que aportan, entre otros, el Instituto Nacional de Estadística, el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía o el portal inmobiliario IDEALISTA. El resultado muestra cómo, desde finales de la década de 1980, la demanda de viviendas ha estado acompañada por un incremento del número de alojamientos turísticos que cambiaron su uso vacacional por otro de naturaleza residencial tras perder su valor como activos inmobiliarios. Una reformulación funcional que introdujo en el parque residencial a un elevado número de viviendas con los déficits de habitabilidad propios de su origen turístico y cuya localización espacial coincide mayoritariamente con las cuatro áreas censales que el Ministerio de Movilidad, Transportes y Agenda Urbana diagnosticó con un Nivel II en la escala de Vulnerabilidad Urbana. Una convergencia espacial, que lejos de constituir un fenómeno aislado o estar sujeta a las casuísticas particulares de los mercados inmobiliarios locales, constituye un patrón reconocible en muchos otros destinos turísticos maduros del litoral mediterráneo español.