La penetración de los simuladores de negocio en la enseñanza superior de grado y posgrado es cada vez mayor, tanto en las universidades públicas como privadas. Asimismo, constituyen una herramienta cada vez más eficaz de aprendizaje basado en Learning by Doing y Aprendizaje Experimental en un ámbito tradicionalmente abocado a desarrollarse en formatos de clases maestras, o estudios de casos. En consecuencia, los simuladores de negocios facilitan adquisición de competencias más transversales que un simple análisis de negocio: fomentan la capacitación en la orientación a resultados, la resolución de problemas complejos, análisis de contexto, toma de decisiones, trabajo en equipo o tolerancia al error.