El fragmento 26 de Hecateo es un claro exponente de su tratamiento racionalizador del mito. Frente a la ubicación tradicional del décimo Trabajo de Heracles en el extremo Occidente, el logógrafo milesio mantiene, en términos polémicos, su acercamiento geográfico a Grecia. Sin embargo, aun siendo Arriano un transmisor competente, el marco digresivo en el que recupera la noticia y el acento que imprime a determinados aspectos de la misma, así como su expreso interés por la caracterización étnica del Heracleo gaditano, desgajándolo del ámbito cultural griego, vuelven necesaria una revisión contextual de la misma, a la búsqueda de claves que permitan integrarla en su historia de Alejandro, al tiempo que precisarla y valorar su alcance.