El noroeste argentino ha destacado históricamente por la actividad agraria y agroindustrial como base de su economía, lo cual muestra su gran dependencia de los precios y demanda de los mercados consumidores, ya sea nacionales o internacionales. Al tiempo que, al igual que el resto del país se ha visto afectado por las políticas implementadas en los diversos gobiernos, las cuales han generado ciclos de inestabilidad económica que, entre otras causas, han terminado afectando en la decisión de algunos productores sobre los cultivos a implantar en sus explotaciones. Pero sin duda ha sido la demanda de los mercados por determinados agrarios o derivados agroindustriales lo que ha llevado a un incremento de la superficie ocupada por determinadas masas de cultivos, al tiempo que se han implementaban los paquetes tecnológicos imprescindibles para insertarse en mercados internacionales. Resultado de todo ello han sido variaciones en el territorio que es preciso corroborar, siendo la forma más apropiada para ello acudir a los resultados publicados del Censo Nacional Agropecuario de 2002 y 2018.