Como bien intuyó hace 40 años Leonardo Sciacia en Ore di Spagna donde afirma perentoriamente que: Ir por España es, para un siciliano, una evocación continua de la memoria histórica, una aparición continua de lazos, correspondencias, "cristalizaciones". Y todo lo que se necesita son nombres: de países, de carreteras. Que parece oírlos resonar (…)
Este ha sido el germen de la investigación y de modo especial, hemos tratado de descubrir cómo la geografía parecida de Sicilia y Andalucía y todo un conjunto de aspectos etno-antropológicos, históricos-sociales pueden, de cualquier modo, determinar una consonancia literaria estilística y temático-expresiva. Cierta manera de concebir la vida, la momentánea felicidad que esconde un desconsuelo de fondo, el estado de ánimo pasional, el sentimiento trágico y triste junto a la alegría, este oxímoron perenne que se aglutina en el ánimo de las gentes sureñas. De todo este compuesto magmático, sureño, polícromo ha surgido la curiosidad y la necesidad de buscar colimaciones y rasgos comunes entre las dos literaturas, entre los “dos Sur” adentro de aquella alma sureña que, quizá, solo quien pertenece a estos lugares puede comprender y descodificar.
En este recorrido tan intenso y fascinante, primero de exploración y luego de conocimiento literario y cultural hemos encontrado y consiguientemente elegido como representantes de esta alma andaluza al jerezano José Manuel Caballero Bonald y el gaditano de Chiclana Fernando Quiñones. Mientras que los autores que se insertan en el entramado literario y cultural de la isla más grande del Mediterráneo, los sicilianos objeto de la investigación han sido: el polifacético Andrea Camilleri y Vincenzo Consolo, igualmente siciliano, mesinés de Sant’Agata di Militello escritor refinado, culto y culturalmente inquieto.