Una labor esencial de la policía consiste en entrevistar a sospechosos. Sin embargo, éstos pueden mentir, por lo que la policía debe recibir formación en técnicas de entrevista y de detección de mentiras. Sin embargo, esta formación es escasa y deficiente. En este trabajo se examina un popular protocolo de entrevista policial en el que se ha entrenado a un gran número de miembros de los cuerpos de seguridad. Investigaciones previas ya han mostrado que los indicadores de culpabilidad (mentira) e inocencia (verdad) de este protocolo carecen de utilidad real para diferenciar entre culpables e inocentes. Presentamos aquí dos estudios que muestran que, en realidad, tales indicadores no son sino creencias ingenuas compartidas por personas que desconocen este tipo de entrevista. Se discuten las implicaciones de este hallazgo y se aboga por el desarrollo de protocolos de entrevista policial basados en la investigación científica.