La historiografía más ortodoxa otorga el galardón del descubrimiento de las islas Hawái al capitán James Cook el 18 de enero de 1778 al frente del Resolution y el Discovery durante su tercer viaje. La noticia del hallazgo sembró las dudas y los desacuerdos, cómo era posible descubrir islas en esas latitudes sí los españoles llevaban surcando esas aguas más de 200 años entre diversas exploraciones y la ruta de los galeones de Acapulco-Manila y viceversa; abierta desde 1565. Además de que la cartografía antigua señalaba islas con topónimos hispanos a lo largo del Pacífico Norte y, concretamente, en la misma ubicación en la que Cook avistó las islas que él denominó de Sándwich, en honor a su patrocinador, el conde de Sándwich. Ciertamente, la cartografía española mostraba una serie de islas en el paralelo de las Hawái, valga el ejemplo de la carta tomada por Lord Anson al galeón de Manila Nuestra Señora de Covadonga en 1743, pero su longitud no era la correcta. A raíz de estas presunciones sobre que esas islas ya las conocían los españoles, se generó un intenso debate historiográfico y elaboración de teorías desde el siglo XVIII al XX; algunas serán rebatidas, otras acotadas al terreno de la conjetura con escasos fundamentos y otras totalmente rechazadas. En esta ponencia trazaremos una línea y análisis de las diversas teorías que fueron surgiendo para conocer sus orígenes y alcance, dejando para la parte final una nueva hipótesis con aportes inéditos relacionados con el intento de tornaviaje realizado por el San Juan de Letrán de la escuadra de Ruy López de Villalobos en 1543 para alcanzar Nueva España desde las Filipinas. Viaje que guarda las claves para un probable avistamiento del archipiélago hawaiano por los españoles en la primera mitad del siglo XVI.