Que Goya había adquirido una casa de labranza en la ribera sur del Manzanares, donde residía tras el regreso a España de Fernando VII en 1814, era sabido. Como lo era que había decorado sus muros con las más extraordinarias, misteriosas y vanguardistas de sus obras, las Pinturas Negras. El emplazamiento de la casa, sin embargo, no estaba claro, y el Ayuntamiento de Madrid lo situaba erróneamente, mediante una modesta placa. Sin embargo, la célebre Quinta del Sordo estaba a la vista de todos en una maqueta de la Villa y Corte encargada por el monarca y que se conserva en el Museo de Historia de Madrid. Los responsables del hallazgo han querido que su descubrimiento se dé a conocer en las páginas de Descubrir el Arte antes de hacerlo en publicaciones académicas. Nos complace así ofrecer a nuestros lectores, en exclusiva, la localización de la morada del genial pintor en las afueras de la capital y corregir los errores en la ubicación de la. misma. La identificación y valoración de la casa de Goya ha sido posible gracias a los investigadores Carlos Teixidor, César Díaz-Aguado, Miguel Hervás León, Samuel Alarcón, Antonio Gámiz Gordo y Luis Ruiz Padrón. El descubrimiento abre la puerta a saber más sobre la extraordinaria serie de frescos, luego trasladados a lienzo, que el artista hizo, no por encargo sino para sí mismo, y que son una visión ácida y lúcida, valga la rima, de la España de su tiempo.