La reacción de hidroformilación es una de las reacciones homogéneas catalizadas más importante a nivel industrial, ya que produce 10 millones de toneladas de aldehídos al año [1]. La reacción utiliza olefinas insaturadas y gas de síntesis (una mezcla de CO y H2) como reactivos, para producir aldehídos funcionales, que tienen gran aplicabilidad en la industria farmacéutica y cosmética. Se utilizan como catalizadores tanto complejos de cobalto como de rodio en fase homogénea a nivel industrial, los cuales muestran una elevada actividad y selectividad [2]. Además, se ha demostrado que la presencia de ligandos orgánicos de fosfina y fósforo inorgánico son eficaces en los sistemas catalíticos para la hidroformilación en fase homogenea y heterogénea, respectivamente [2]. Sin embargo, los catalizadores homogéneos de hidroformilación se enfrentan a graves problemas de separación, como la lixiviación de los metales preciosos utilizados y el vertido de residuos que contienen fósforo [3]. Por lo tanto, el uso de catalizadores heterogéneos para la hidroformilación podría evitar estas dificultades de separación, haciendo que la reacción de hidroformilación en fase heterogénea sea más económica y respetuosa con el medio ambiente.