La enseñanza universitaria está inmersa en un cambio continuo que viene marcado por la mejora de la calidad de enseñanza, y entre otras, por poner el énfasis en nuevas metodologías que tienen como protagonista al alumno, potenciando su papel activo.
Esta nueva situación implica que el docente debe tener un bagaje de herramientas y posibilidades docentes, alejado de clases magistrales eternas, si no que se son un acicate para el cambio de paradigma de la enseñanza y el aprendizaje universitario. Sin embargo, este cambio necesita que el alumnado tenga habilidades o técnicas de aprendizaje autónomo y activas, ya que de lo contrario, este cambio no alcanzará totalmente su potencialidad.
Una posible intervención viene derivada por el uso de estrategias, rutinas y destrezas de pensamiento o Visible thinking (Casado, 2016; Gardner, 2016; Gómez et al, 2019; Perkins, 1997), que tratan de hacer visible las habilidades, actitudes y procesos cognitivos que el alumnado tiene sobre su propio aprendizaje. Estas técnicas pretenden activar los mecanismos de reflexión acerca de los pensamientos, proponiendo situaciones que provoquen la indagación, la curiosidad, juego de ideas, pensamiento divergente y temas complejos (Ritchart, 2014).
Algunas de las rutinas más relevantes están descritas en el programa Visible Thinking, como, por ejemplo, K-W-L (know,want, learn); Veo, pienso, me pregunto; piensa, conecta y explora; piensa y comparta; o las destrezas de pensamiento, como por ejemplo: compara y contrasta; partes del objeto; thinkers keys, entre otras (Proyecto Zero, Harvard, 2020).
El Grupo de Innovación Educativa GiE 009-22 de la Universidad de Málaga “De lo invisible a lo visible: construcción del aprendizaje activo mediante estrategias, rutinas y destrezas de pensamiento” propone algunas rutinas aplicadas al contexto universitario.