Desde que en 1924 el Pressey Testing Machine apareció en la historia de la educación hasta el
2013 donde los MOOC están presentes a nivel mundial, el e-learning ha sufrido una evolución
constante. Ello se ha debido en parte a que es una nueva forma de aprendizaje adaptado a las
necesidades de una sociedad cambiante, en la que los trabajadores necesitan capacitarse fuera de
su horario laboral. De esta manera, la investigación en los procesos implícitos en el e-learning
se hace imprescindible de cara a la mejora de la calidad de esta modalidad de formación. Por ello
el objetivo de esta investigación se dirigió a 1) analizar las funciones que los formadores llevan
a cabo en sus acciones formativas y, 2) investigar cómo aprecian los estudiantes esas funciones.
La metodología aplicada es un diseño mixto para adecuarse lo mejor posible a los objetivos de
la investigación. Se ha utilizado una muestra de 707 estudiantes y otra muestra de los tutores
de 29 cursos, ambas pertenecientes a un proyecto de formación continua de trabajadores de
pequeñas y medianas empresas (PYMES). De los resultados obtenidos es posible conocer las
funciones que los tutores han llevado a cabo y, a partir de ahí, construir algunos “marcos
teóricos” que permitan comprender las relaciones entre categorías y dimensiones que subyacen
a este tipo de formación. Del mismo modo, se han podido determinar diferentes tipologías de
tutores dependiendo de los roles que han desempeñado.