Este artículo de reflexión busca explicar cómo el conocimiento de la pedagogía de Montessori y del proceso para su formulación puede ayudar a los futuros docentes a ser reflexivos e innovadores. No se trata de defender que deban conocer la pedagogía de Montessori —ni la de ningún pedagogo concreto— para ponerla en práctica o imitarla sin más. Las investigaciones pedagógicas coinciden en que un sistema educativo será tan bueno como sean sus profesores y estos no lo mejorarán si simplemente aplican de forma acrítica y descontextualizada métodos diseñados por otros. Tras describir cómo Montessori llegó a plantear su método y a establecer sus principios pedagógicos, se subraya la importancia de vincular teoría y práctica en la formación inicial y permanente de los futuros docentes