El presente trabajo tiene como objetivo realizar un recorrido por los modos en los que la ficción literaria y audiovisual en el ámbito anglosajón ha imaginado situaciones de pandemias apocalípticas contextualizándolas en el futuro. Desde The Last Man (1826) de Mary Shelley, novela pionera en este subgénero, son numerosas las obras de ficción que han dibujado futuros distópicos en los que la humanidad ha sido asolada por la presencia de virus letales de aterradoras consecuencias. Sin embargo, pese a su enorme heterogeneidad, todas las contextualizaciones futuras descritas en estas obras coinciden en que, como no puede ser de otro modo, están profundamente influidas por el contexto en el que se originan, de manera que más que proporcionar vaticinios y pronósticos adivinatorios más o menos catastrofistas, lo que ofrecen no es sino una honda reflexión sobre su propio presente al proyectar sobre el lienzo en blanco del futuro los miedos e inquietudes de las épocas en las que se crean. En este sentido, a pesar de las múltiples diferencias de época, entorno y medio, los distintos ejemplos de narrativa pandémica futurista vienen a coincidir en reafirmar la necesidad intemporal de la interconexión como factor básico de la esencia del ser humano, una interconexión cuya importancia las pandemias virales vienen precisamente a subrayar en el momento en el que la dificultan o imposibilitan.