El artículo presenta parte de los resultados de un proyecto de investigación sobre el
impacto de la implementación y la evolución del perfil profesional de los educadores
y educadoras sociales en las escuelas de Andalucía. La metodología utilizada descansa
en una perspectiva de corte evaluativo. En la misma, mediante una metodología
mixta, se ha conjugado el análisis documental, los cuestionarios y los estudios de
caso. A partir de ahí se desvelan los resultados vinculados el perfil, las funciones y el
impacto que ha tenido mencionada figura en los centros educativos, teniendo en
cuenta su desarrollo profesional en distintos niveles (legislativo, educativo y
administrativo) y en relación a la valoración que hacen otros agentes educativos.
Dichos resultados se articulan en torno a cuatro sub-apartados relacionados con las
categorías definidas en este estudio: labor del educador-a, percepciones sobre y desde
los educadores-as sociales, funciones y desempeño profesional y condicionantes de su
labor y participación. Finalmente, se muestran algunas conclusiones en clave
propositiva que muestran vías por las que seguir fortaleciendo esta necesaria figura
en el sistema educativo, apostando por fortalecer las funciones que se perciben y
manifiestan más necesarias en los centros e identificando las principales dificultades
con las que se ha encontrado su labor.